La Ley de Segunda Oportunidad en Murcia, ofrece a particulares y autónomos la posibilidad de liberarse de deudas que no pueden pagar, brindándoles una segunda oportunidad para comenzar de nuevo.
La Ley de la Segunda Oportunidad presenta como ventaja primordial la exoneración de las deudas impagables para el deudor, lo que conlleva la liberación definitiva de la obligación de pago. Esta medida representa, en numerosos casos, el cese de un prolongado período de angustia y sufrimiento financiero para el deudor.
Cuando pides la cancelación de deudas bajo la Ley de la Segunda Oportunidad, se detienen todos los embargos en curso y no pueden imponer nuevos embargos relacionados con esas deudas.
A todos los acreedores al iniciar el proceso de la segunda oportunidad, deja de exigirse el pago de las deudas contraídas con los acreedores.
Una dificultad asociada con la falta de pago de deudas es la posibilidad de que el prestatario sea registrado en el registro de morosos, pero una vez que el juez otorga la exoneración del pasivo insatisfecho, toda la información debe eliminarse de estos registros.
En la actualidad, la Ley de la Segunda Oportunidad no establece un límite máximo para la cancelación de deudas. Antes de la reforma de 2022, existía un tope de 5 millones de euros.
Desde el inicio del procedimiento, se detiene el aumento de los intereses de las deudas, evitando así que la misma crezca a lo largo del proceso.
La Ley de Segunda Oportunidad brinda la posibilidad de liberar hasta 10.000 euros de deudas con la Agencia Tributaria, permitiendo la formulación de un plan de pagos para saldar el resto de la deuda.
Asimismo, esta ley facilita la exoneración de hasta 10.000 euros en deudas con la Seguridad Social, originadas por cuotas de autónomos o seguros sociales, con la opción de establecer un plan de pagos para el saldo restante.
Con las recientes modificaciones de la ley, el deudor puede decidir si liquida todos sus bienes y junto con ello pone fin a todas sus deudas o bien puede optar por seguir un plan de pagos para pagar una parte de ellas y cancelar solo el resto, conservando de esta forma sus bienes.
Por último y una de las ventajas más valiosas de La Ley de Segunda Oportunidad es que brinda la oportunidad de restaurar y limpiar su reputación financiera con el objetivo de reiniciar proyectos de vida y profesionales.
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Una desventaja relevante de la Ley de Segunda Oportunidad es la existencia de deudas no exonerables, algunas más destacables son, las deudas de salario de los trabajadores, la pensión de alimentos de los hijos o las deudas por daños personales o fallecimiento contraídas en concepto de responsabilidad civil extracontractual.
Los deudores a los que se les haya declarado culpables en un proceso concursal no pueden acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad. Sin embargo, hay una excepción importante: Si la declaración de culpabilidad se debe a que el deudor no ha cumplido con su obligación de solicitar la declaración del concurso a tiempo, se podrán analizar las circunstancias que llevaron a esa omisión.
Es necesario contar con deudas pendientes con al menos dos acreedores para poder acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, las deudas con un solo acreedor, por elevadas que sean, excluyen de esta posibilidad.
La información del deudor, incluyendo el auto del plan de pagos o del concurso, quedará registrada en el Registro Público Concursal, estando disponible para consulta por parte de cualquier persona. Sin embargo, los datos personales se eliminan un mes después de que finalizan sus efectos, en cualquiera de sus secciones.
Se puede tomar la medida de suspender temporalmente las facultades del deudor para administrar su patrimonio. Esto implica que, durante un periodo determinado, el deudor no podrá gestionar sus propios bienes a menos que se cuente con la autorización correspondiente del juzgado.
En los tres años posteriores, cualquier acreedor puede solicitar una revisión del proceso de la Segunda Oportunidad. Si se evidencia mala fe por parte del deudor o si su situación financiera experimenta cambios sustanciales, como recibir una herencia o una suma significativa de dinero, entre otros casos, el procedimiento podría ser revocado. Por lo tanto, la buena fe es un aspecto crucial en el marco legal de la segunda oportunidad.
En síntesis, la Ley de la Segunda Oportunidad ofrece un marco legal para superar las deudas y reiniciar la situación económica.Sin embargo, es fundamental tener en cuenta las desventajas que puede implicar.
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