En 2002 Rosario y su entonces marido deciden comprar una vivienda y acudieron a UCI para solicitar un préstamo de 140.000€ la cual en la escritura de este se divide entre la finca adquirida y la hipoteca sobre la hipoteca de sus padres. En ese momento ambos se encuentran en una situación estable económicamente, pero entre los años 2009 hasta 2013 Rosario se queda sin trabajo y su marido desde el año 2010 hasta 2012 también, lo que hace que en ese lapsus de tiempo ambos sobrevivan por trabajos en ETT que consiguen, los cuales son precarios. Entregan la vivienda, pero siguen debiendo 77.000€ a UCI sobre la propiedad de sus padres. Todo esto se suma a que en 2013 se separa de su marido y que tiene a su cargo dos hijos de 1 y 17 años.